Al hablar del marxismo, estamos hablando de una doctrina ideológica que se ha cargado la vida de más de 150 millones de personas. Marx y Engels fueron incapaces de realizar una propia teoría política y social.
Todo se lo copiaron a Hegel y su teoría hegeliana, manipulándola a su conveniencia.
Partiendo desde que Hegel no consideró la materia como la unidad objetiva, concibió la realidad como formada por opuestos que, en el conflicto inevitable que surge, engendran nuevos conceptos que, en contacto con la realidad, entran en contraposición siempre con algo.
Marx, creo su propia versión del materialismo dialectico, los opuestos, intereses materiales incompatibles, lo que el describe como opresión de la clase obrera, basando el principio en el manifiesto comunista.
Para Marx, solo existía el feudalismo porque existían esclavos, sólo existía la burguesía por la explotación de los obreros. Para él, el proletariado anula la burguesía con la revolución que entra en su sistema comunista.
Curiosamente planteaban que la revolución la encabezarían Marx y Engels. Esta teoría muere desde la premisa de que si bien existen pobres, cada día son menos gracias al capitalismo. Las transacciones son voluntarias y el mercado no es un juego de suma cero. Donde uno gana y otro pierde, por algo las transacciones son libres.
Para Marx no existe la movilidad social, pues define la pobreza y la riqueza como estáticas no dinámicas. Para Marx el pobre sólo deja de ser pobre por la revolución, jamás por la acumulación de riqueza, conocimientos o trabajo.
Marx pedía un sistema totalitario casi idéntico al feudalismo, una sociedad sin libertad, propiedad o fe. Donde el Estado toma los medios de producción y el control absoluto de la sociedad.
Engels es la inspiración de políticos como Gabriel Boric o Fidel Castro, personas acaudaladas que nunca les faltó nada y jugaron a los revolucionarios.
Marx, es el ejemplo a seguir de políticos como Andrés Manuel López Obrador o Nicolás Maduro. Es el ejemplo de cómo vivir a costa de los demás. El único que le conseguía trabajos en diarios era Engels donde curiosamente era inconstante. Hasta tardía edad vivió en casa de sus padres donde era mantenido. Logró casarse con una mujer acaudalada quien lo mantuvo por toda su vida y a quien tuvo el descaro de engañar al embarazar a la empleada doméstica que pagaba su mujer.
Sin lugar a dudas hablamos del sistema político perfecto para los buenos para nada, con consignas básicas de que el Estado te debe mantener sin hacer, ni producir. Donde curiosamente todos son miserables menos los buenos para nada que se dan vida de reyes.