El General Salvador Cienfuegos es un hombre poderoso: Por un lado ocupó el cargo más importante en materia de seguridad durante el sexenio pasado, fue mano derecha de Peña Nieto en materia de Narcotráfico, se sentó en muchas reuniones de seguridad nacional y de muchos asuntos junto con el presidente y por otro lado tiene influencias en el bajo mundo del crimen organizado.
El General Cienfuegos es una fichita y ayer 14 de Enero de 2021, el gobierno del licenciado de 14 años, presidente Andrés Manuel López Obrador, lo exoneró de una manera fea, burda.
Cienfuegos tenía un proceso abierto en el distrito Este de Nueva York, la DEA y el FBI tenían una orden de captura y presentación para “El Padrino”, misma que fue ejecutada a mediados de Octubre a su llegada al aeropuerto de Los Ángeles, California.
Cienfuegos luego fue transladado a Nueva York donde la juez Carol Bagley Amon recibió de parte de la fiscalía la acusación contra el General en retiro, los cargos eran graves:
- Coordinación con el cartel del H2 (Francisco Patrón Sanchez) para traficar droga en Sinaloa y Nayarit
- Usar su posición para atacar a otros carteles enemigos del H2
- Usar su posición para no perseguir y ayudar en zonas de México al cartel del H2
- Ayudar a expander el área criminal del H2 a Mazatlán Sinaloa
- Presentar a representantes del H2 a otras personas de la administración federal para recibir sobornos
- Pasar información al H2 de las operaciones del gobierno de los Estados Unidos
Todo lo anterior se encuentra en el Archivo criminal acusatorio Docket No. 19-366 (CBA) (E.D.N.Y.) en la corte antes mencionada.
Todo iba bien hasta su detención, solo que el gobierno Mexicano, utilizando la excelente relación de sumisión trabajo que tiene con el gobierno Americano, solicitó su extradición.
Fue tan extraño el hecho de que la fiscalía retirara los cargos que la juez Amos pidió al fiscal presentarse en su sala para que él mismo le explicara de frente los motivos por los cuales se dejaba ir el caso.
El fiscal interino Seth DuCharme explicó a la juez que “Estados Unidos ha determinado que las consideraciones sensibles e importantes de política exterior superan el interés del gobierno en perseguir el enjuiciamiento del acusado, bajo la totalidad de las circunstancias, y por lo tanto requieren el sobreseimiento del caso".
En la moción introducida a la corte DuCharme explicó a la juez Amos que México y Estados Unidos habrían llegado al acuerdo de que fuera este último quién persiguiera el caso de Cienfuegos en tierras aztecas.
Cienfuegos fue puesto en un avión que aterrizó en Toluca, Estado de México el día 23 de Noviembre de 2020, poco más de un mes de haber estado preso en la nación americana. En ese avión se incluía una carpeta con la información traducida y certificada por el departamento de estado americano de las pruebas acusatorias contra el ex secretario.
Al llegar al Aeropuerto de Toluca, Cienfuegos fue recibido por una comisión médica para verificar su estado de salud y puesto en libertad bajo las reservas de ley. Cienfuegos durmió en casa cortesía de López Obrador y Donald Trump.
La fiscalía general de la república en manos del infame Alejandro Gertz Manero ayer dio pase libre a Cienfuegos. Lo exculparon de todos los cargos presentados y en términos legales se le considera inocente.
Esta exculpación significa que la cooperación en materia de Narcotráfico entre los Estados Unidos y México está suspendida de facto. El gobierno del presidente Donald Trump termina el 20 de Enero de 2021, Joe Biden recibe un país con una crisis económica, de salud y de justicia social nunca antes vista en la historia de la humanidad, ese triple coctel mantendrá ocupado al de Scranton por una buena temporada. Sin embargo la apuesta es mala. Ya se fue Bill Barr (ex fiscal general que facilitó la liberación de Cienfuegos), ya se va Trump, pero las agencias que investigaron a Cienfuegos se quedan. A la DEA y al FBI no les va a caer nada bien el chistecito.
Esto nos va a salir caro. Muy caro.